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Cuarentena: Cuidados de los pies de los niños en casa

Son ya casi 7 semanas de confinamiento, no paramos en casa: teletrabajo, limpiar, ordenar, entretener a los niños, bañarlos… pero, ¿cuidamos sus pies? Es cierto que no dejamos de hacer cosas aunque eso no puede hacer que nos olvidemos de su salud.

Lo más importante para asegurar la salud de sus pies es vigilar que no tengan ningún problema a todos los niveles: dérmico, postural, rotacional… Lo ideal es que los más pequeños realicen su primera visita al podólogo a partir de los 3 años, cuando ya empiezan a establecer un patrón de marcha propio. Esta visita será de tipo preventiva, para hacer una valoración global del pequeño y poder prever y evitar futuros problemas. Pero en este momento que estamos viviendo puede ser que muchas familias obvien esta visita, así que en el post de hoy he pensado dar una serie de recomendaciones sobre este tema. 

Durante esta cuarentena es normal que los niños pierdan un hábito tan común como ponerse zapatos, puesto que en casa la mayoría suelen estar en calcetines. Esto no es nada malo siempre que sigamos unas directrices para asegurarnos que sus pies no sufren y no abusemos de una situación ni de otra.

Lo principal para los pies de los más pequeños es mantener una buena higiene. Aquí incluiremos estos puntos:

  • Lavar bien los pies con agua y jabón neutro, limpiando especialmente entre los dedos.
  • Secar muy bien los pies y, en concreto, la zona interdigital.
  • Hidratarlos muy bien, evitando poner crema entre los dedos, esto puede favorecer la humedad de la zona, que no nos interesa. Nos fijaremos en los pies durante el día y aplicaremos crema más veces si fuese necesario.
  • Corte correcto de uñas. Aprovecharemos el momento de después del baño, en el que las uñas están más blanditas, para poder cortarlas de forma más cómoda, siempre con unas tijeras sin punta. En los niños no debemos dejar las uñas muy cortas, e intentaremos que el corte sea lo más recto posible. 
  • Echa un vistazo a sus pies para mirar si le ha salido alguna llaga o rozadura y poder tratarla a tiempo.

Llevando a cabo estas instrucciones estaremos bien encaminados. A partir de ahí podemos dejar a nuestros niños descalzos, con calcetines o con zapatos, como queramos, por supuesto siempre garantizando su seguridad y quitando del suelo posibles objetos que se puedan clavar o hacerles daño. Ninguna manera es mejor que la otra, lo que sí os recomiendo es alternarlas.

Andar descalzos es lo más recomendable en edad de desarrollo infantil puesto que el pie recaba muchísima información por infinidad de receptores presentes en la planta El movimiento y el estímulo sensorial a través de los pies descalzos es un factor de estimulación madurativa y de desarrollo intelectual del niño. De esta forma estimulamos su propiocepción, de la que ya hablaremos en el próximo post, que es, de forma resumida, la forma que tiene el cuerpo de regular acciones tan importantes como el control y coordinación de los movimientos o el equilibrio, entre muchas otras funciones.

Ir en calcetines también está bien para los peques, evitará que cojan frío y seguirán teniendo capacidades propioceptivas, aunque pueden escurrirse más fácilmente y habrá que tener cuidado.

Ponerles zapatos en casa también es aconsejable y en el caso de que los niños tengan algún tipo de ortesis como plantillas o siliconas, es más que adecuado su uso. De esta manera, esta cuarentena no significará un parón en su tratamiento y no estaremos desaprovechando este tiempo. Nos aseguraremos siempre que el zapato sea transpirable, no quede pequeño, quede sujeto al pie y no moleste a nuestros chicos.

Alternaremos los zapatos para no usar siempre los mismos y cambiaremos de calcetines cada día, y si fuese necesario incluso 2 veces al día. En niños que sudan un poquito más podríamos usar talcos pédicos para evitar la humedad en los pies, esto se aplica tanto a pequeños como a mayores.

Aprovecha estos días para fijarte en cómo se desenvuelve tu niño en casa, tienes tiempo para mirar cómo se sienta, cómo camina… y descubrir posibles malos hábitos. Estaremos atentos a la alineación de sus piernas, de sus pies, si camina con los pies hacia dentro o hacia fuera, pies planos, si se sienta “como los indios” o en “W”… Para luego poder comentarlo con el podólogo. Hemos de tener en cuenta que los niños pasan por distintas fases posturales y rotacionales durante su crecimiento, por lo que no nos debemos alarmar si notamos cualquiera de los signos que os acabo de comentar. 

Y por supuesto, no dudes en contactar conmigo si tienes alguna duda o quieres que valoremos a tu hijo, siempre es mejor llevar un control desde pequeño que en edades más avanzadas, así que recomiendo que vengáis a consulta para valorarlos.

¡Ánimo estos días! Entre todos saldremos de esta, ¡y cuidaos mucho! 

 

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