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Otoño y dolor de pies, ¿problemas con el cambio de calzado?

El otoño ya está aquí y con él vienen el calzado cerrado, las botas, las rozaduras y los dolores. Si a esto le sumamos un mal cuidado de nuestros pies durante el verano, tendremos más posibilidades de hacernos daño/tener algún problema en este tiempo. Hoy os traigo unas recomendaciones para que vuestros pies no sufran con el cambio de calzado.

De lo más importante, y en lo que solemos insistir mucho los podólogos, es en una correcta hidratación. La piel, tras el verano, suele venir muy deshidratada puesto que no nos solemos poner toda la crema que necesitamos. Si en invierno lo ideal es ponernos una vez al día, en verano serán 2 ó 3 (como mínimo) para tener una piel en óptimas condiciones. 

Otro problema muy común ahora son las ampollas. Las ampollas, también llamadas vesículas o flictenas, son unas quemaduras superficiales causadas por la fricción o irritación de la zona. Lo ideal es no tocarlas ni pincharlas para que drenen a no ser que impidan caminar correctamente, en cuyo caso siempre os recomendaremos que acudáis a consulta para hacerlo de la forma más limpia posible. Debéis tener en cuenta que, aunque es una lesión muy común, una quemadura puede ocasionar problemas como infección o dolor si no se cuida de forma adecuada.

La aparición de ampollas se puede evitar manteniendo la piel bien hidratada y evitando el calzado que nos moleste o apriete, así como usando calcetines que nos aíslen de la fricción del zapato y absorban el exceso de humedad.

En último lugar os quiero hablar de las famosas “uñas encarnadas”, tan típicas de los cambios de temporada por el cambio de calzado. Una de las grandes causas (que no la única) que ocasionan una onicocriptosis, como los podólogos llamamos a las uñas encarnadas o uñeros, es el calzado estrecho o en punta. Algunos diréis: “Pues yo no uso ni lo uno ni lo otro”, y puede ser cierto, con lo que nunca contamos es con los cambios de temperatura tan drásticos que tenemos en esta estación del año. Todavía no hace frío del todo pero ya no hace tanto calor como para ponerte sandalias, por lo que optas por el calzado cerrado pero tu pie sigue dilatado como en verano. Así que tenemos un conflicto de espacio que repercute directamente en la salud de nuestras uñas, sobre todo si tenemos tendencia a que se claven o si las cortamos incorrectamente.

Desde Podología Candela Flores os recomendamos una revisión podológica tras el verano para mantener vuestros pies sanos durante el cambio de estación, y recordad que estamos a vuestra disposición para lo que necesitéis.

¡Buen jueves!

 

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*¿Leíste nuestro último post? ¡No te lo pierdas! ¿No te gustan tus uñas? ¡No hay problema!